miércoles, 2 de diciembre de 2009

Mas sobre el diezmo

Ciertamente los que de entre los hijos de Levi reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham.
Hebreos 7:5

He escuchado que algunos ministros se apoyan en este versículo para pedirles a sus congregantes el diezmo, este versículo dice muy claro que pedir diezmos es de la Ley.
Sabemos que la ley fue dada al pueblo de Israel y les fue dada por sus muchas rebeliones, todas esas leyes están asentadas en el libro de Levítico y eran 615 ordenanzas que debían ser cumplidas y precisamente por ser un pueblo de dura cerviz Dios les impuso la ley
Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no podrían vivir. Ezequiel 20:25
No hermanos si la ley no era cualquier cosa, era muy difícil de cumplir y Dios lo sabia, pero si no hubiera Ley tampoco existiera el pecado.
(…pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. Romanos 4:15
Por ejemplo: si no hay un reglamento de transito en base a que te pondrían una multa, tiene que haber primero un reglamento para decirte lo que no debes hacer para si después trasgredes dichas leyes imponerte una multa.
Porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado…) Romanos 3:20
La Ley es tan pesada que produce ira, Pero hace falta cuando el pueblo es desobediente sino cada quien haría lo que quisiera, dice la escritura en Romanos 4:15 Pues la ley produce ira.
Sabemos que el diezmo es de la ley puesto que fue ordenado en el Levítico y dado al pueblo por Moisés, pero volvamos al versículo con el cual inicie:
Ciertamente los que de entre los hijos de Levi reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham.
Hebreos 7:5
Vamos a dar explicación a este versículo; Vamos a hacer de cuenta que yo tengo mi novia y nos vamos a casar, pero antes de casarnos le prometo que vamos a adoptar a un niño aunque tengamos los propios.
Ya tenemos nuestros hijos los cuales salieron de nuestros lomos lo cual quiere decir de nuestro ser, de nuestros genes pero también conforme a la promesa adoptamos a un niño el cual es nuestro hijo pero no salio de nuestros lomos sino que es nuestro hijo por “adopción” si es un hijo pero no consanguíneo, no de nuestra sangre fue injertado en nuestra familia por adopción.
Cuando el versículo anterior esta diciendo: (…aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham. Aquí esta hablando de las otras tribus de Israel no de nosotros “La iglesia” se esta autorizando a la tribu de Levi que reciba el diezmo según la ley de sus hermanos los que también salieron de los lomos de Abraham de las otras tribus de Israel, nosotros “la iglesia” no salimos de los lomos de Abraham, genéticamente hablando, fuimos injertados a la rama debido a la promesa y gracias a la preciosa sangre de Jesús.
Vayamos a Galatas 3:13
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque esta escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”.
Abraham vivió en la dispensación de la promesa no de la ley.
Nosotros éramos ajenos a los pactos.
En Efesios 2:12 dice: “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa sin esperanza y sin Dios en el mundo”
Como aquí leemos hermanos nosotros éramos ajenos fue gracias a la preciosa sangre de Jesús que tuvimos acceso a la entrada.
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo” Efesios 2:13
Bendito sea nuestro Señor Jesucristo que dio su sangre en rescate por todos los que en El creen y así de esa forma hacernos participes del nuevo pacto.
Se sigue insistiendo con el Diezmo, siendo el diezmo como ya lo he explicado de la ley, fue dado en el Levítico a los Levitas.
Bajo el Nuevo Pacto ya no existe el sacerdocio levítico.
Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley; y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar.
Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.
Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto, no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible.
Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec.
Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia. Hebreos 7:11-18
En la ley también decía que el Levita no debía tener ninguna posesión, nada a su nombre porque su herencia era Jehová.
Aparte en la ley decía que todos debían circuncidarse, entonces al que pase por la puerta tenemos que circuncidarlo. Nosotros no somos judíos entramos al pacto por la desobediencia de ellos y por la promesa dada a Abraham “el justo por la fe vivirá”
Si estamos en la Gracia y estamos metiendo mandatos y estatutos que son de la ley vamos a producir ira en los hijos espirituales
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Efesios 6:4
El diezmo se pedía una vez al año, era deber del pueblo judío darlo, pero nada mas cada tercer año era para los levitas los otros dos usted iba con su familia a Jerusalén y lo que llevaba se lo comía con ellos, porque el diezmo no era en dinero sino en especie de lo que sembrara o criara y el alfolí era un granero donde se guardaba lo recolectado.
Si los levitas no podían tener nada a su nombre para que querían dinero, el deber del pueblo era ver que no les faltara su comida, nada mas que en estos tiempos las cosas de Dios están tan contaminadas que seguimos haciendo nuestras propias mezclas, el pensamiento de muchos ministros, no de todos, es este “pues yo soy el pastor y como deje mi trabajo en el mundo ahora ustedes me tienen que proveer” y no esta mal, pero si el ministro tiene en mente carros, casas, extravagancias y lujos y ve que su congregación esta pasando por situaciones difíciles y el quiere lujos eso suena como una grosería en vez de estar unido con ellos en sus problemas los esta cargando y dice la escritura en Mateo 23:4
Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
Un Pastor debe de estar consiente de los problemas de su congregación y debe saber darles consuelo en sus aflicciones, no cargarlos mas.
Y yo se que ustedes se van a preguntar: entonces de que se sostiene la iglesia dice la escritura 1Corintios 16:1-2
En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia.
Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
Aquí hay algo que los ministros de ahora no se han dado cuenta y me da cierta risa, déjenme les cuento una cosa que pasa en África, a los changos para poderlos cazar, los nativos cortan un tronco pesado y le hacen un orificio muy angosto por donde pueda pasar la mano estirada y dentro del orificio en el tronco le ponen cacahuates, entonces el changuito agarra los cacahuates y la mano ya con los cacahuates agarrados no puede pasar por el orificio puesto que se hace mas ancha y el changuito como no quiere soltar lo que ya tiene, es agarrado por sus cazadores.
Así esta pasando hoy en día muchos ministros no quieren dejar lo del diezmo y son apresados en la ley sin darse cuenta que el diezmo era para una vez al año y Pablo le esta diciendo que lo pueden pedir una vez por semana, díganme si no es para dar risa, el Apóstol mas importante el que estableció como debían hacerse las cosas en la iglesia les esta autorizando a levantar ofrenda según como la gente haya prosperado.
Pero el pasaje de de 1 de Corintios 16:1-2 tiene un filtro o candado y es este:
“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” 1Timoteo 5:8
Si usted esta viendo que algún familiar esta pasando por alguna necesidad y usted no le provee, usted esta siendo peor que un incrédulo Si, les queremos dar Palabra pero no seria mas fácil convencerlos si les apoyáramos en su necesidad, verían nuestros frutos no nada mas nuestro hablar y recuerde la fe sin obras esta muerta.
Y también esta este que es más importante que el primero puesto que es un mandamiento y el único de los 10 con promesa:
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” Éxodo 20:12
Honrar no es nada mas respetar sino proveer para sus progenitores.
Deben de dejar de pedir el diezmo, yo al menos no puedo apoyar que se siga haciendo, no encuentro apoya en el Nuevo Testamento para hacerlo.
Y en cuanto a las ofrendas y aportaciones de los hermanos dice la Biblia:
Procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres. 2 Corintios 8:21
Yo pienso que si deben entregar cuentas a los hermanos, total, si no se esta haciendo nada malo porque no enseñar las cuentas, así la congregación se daría cuenta cuando no alcanza para la obra y no tendría uno que forzarlos con predicas cargadas de insinuaciones.
Por que Dios ama al dador alegre…y nosotros también.

Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal, diciendo: Éste persuade a los hombres a honrar a Dios contra la ley. Hechos 18:12-13
Si esto hicieron con Pablo que me espera a mí, y eso que la mayoría de los pastores y hermanos NO son judíos, ni descienden de los Levitas.

Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. Hechos 15:5
Entonces al que pase por la puerta vamos a circuncidarlo.

Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres. ¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido. Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto. Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley.
Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación.
Hechos 21:21-25


¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera. Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra. Romanos 7:1-6

Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad. Números 18:24
Lo cual quiere decir que si siguen pidiendo el diezmo que es de la ley, pues tampoco tengan ninguna posesión, que también es de la ley.
¿Oh para unas cosas son levitas y para otras no?
Oíd y testificad contra la casa de Jacob, ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: Que el día que castigue las rebeliones de Israel, castigaré también los altares
de Bet-el; y serán cortados los cuernos del altar, y caerán a tierra. Y heriré la casa de invierno con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán; y muchas casas serán arruinadas, dice Jehová. Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos. Jehová el Señor juró por su santidad: He aquí, vienen sobre 2 vosotras días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador; y saldréis por las brechas una tras otra, y seréis echadas del palacio, dice Jehová. Id a Bet-el, y prevaricad; aumentad en Gilgal la rebelión, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres días. Y ofreced sacrificio de alabanza con pan leudado, y proclamad, publicad ofrendas voluntarias, pues que así lo queréis, hijos de Israel, dice Jehová el Señor. Amos 3:13-15 y 4:1-6

Vemos ahora con tristeza que los Pastores, no todos gracias a Dios se están enriqueciendo con el trabajo de sus ovejas y les exigen el diezmo cada semana cada quincena y cada mes y de cada negocio que hagan “para que siembren en buena tierra” y los vemos mostrando puros frutos de la carne, y de humildad y confraternidad con el necesitado “Ni Dios lo mande por eso están pobres por pecadores” piensan algunos, entre ellos los que dan el evangelio de la prosperidad.
El sostén del ministerio
El levita no tenia heredad en Israel.
No ganaba su sustento por la labranza ni por ningún otro oficio secular.
Su heredad era el Señor (Deuteronomio 18:2).
Servia al Señor y el Señor le sostenía.
Pero el Señor disponía que se sostuviera de aquello que sus hermanos presen­taban a Él.
Había de comer de las ofrendas quemadas a Jehová (vs. 1).
Cuando el pueblo daba liberalmente al Señor, entonces él levita compartía la abundancia; pero cuando el pueblo se descuidaba de dar al Señor, el levita sufría a causa de esta negligencia.
Aun es así en nuestros días con el ministerio escriturario del Nuevo Testamento.
Juan, en su tercera epístola, da instrucciones acerca de nuestro cuidado para con aque­llos hermanos que trabajan para el Señor.
Dice de ellos que “salieron por amor del nombre de Él, sin acep­tar nada de los gentiles” (3 Juan 7).
El servicio de ellos es un servicio de fe, pues confían en el Dios viviente. Cuando nosotros que somos del pueblo de Dios damos generosamente al Señor, sus siervos reciben beneficio por medio de nuestra liberalidad; pero cuando des­cuidamos nuestra responsabilidad, ellos sufren por causa de nuestra negligencia.
Parece que nuestra responsabilidad es triple en este asunto:
Hospitalidad en nuestros hogares: 3 Juan 5,6,8, Hechos 18:1‑3, 18:24‑26, Romanos 16:2, 16:6, 23.
Ayuda en sus viajes: 3 Juan 6, Hechos 15:2,3, 21:5, Romanos 15:24, 1 Corintios 16:6, 2 Corintios 1:16.
El envío de donativos después de su partida: Filipenses 4:14‑16, 1:5, 4:10.
De estas tres maneras nos hacemos cooperadores de la verdad (3 Juan 8).
NOTA:
Sin embargo, hay una palabra de precaución en 2 Juan 9:11.
Se prohíbe ayudar a aque­llos que enseñan falsas doctrinas, para que no seamos partícipes en su pecado.
Una falsificación del ministerio
En el libro de Jueces leemos de una triste desviación de este modelo ordenado por Dios para el ministerio y el sustento del levita.
Hubo un hombre que se llamaba Micaza que tuvo “casa de dioses e hizo efod y terafines, y consagró a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote”
(Jueces 17:5).
La casa de Micaía era una casa idólatra, y su sacerdocio de institución humana y de marcado con­traste con el sacerdocio aarónico que Dios había orde­nado. La causa de esta triste desviación de las cosas de Dios se ve en el versículo 6: “En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía”.
Hubo en Belén de Judá en aquellos días un joven levita, quien, en vez de ministrar en la casa de Dios que todavía estaba en Silo (Jueces 18:31), partió para encontrar un lugar para sí mismo (17:7, 8). Buscaba un “oficio”. Siguiendo su viaje, llegó a casa de Micaía, a quien hizo saber que era levita y dispuesto a aceptar un “oficio”. La idea agradó a Micaía. ¡Qué bueno sería tener un hombre de Dios para ministrar en su sistema! Le ofreció un salario fijo: diez siclos de plata por año, con vestidos y comida. “Y el levita se quedó.” Había aceptado el “llamamiento”. Entonces “Micaía consagró al levita, y aquel joven le servía de sacerdote” (17:12). ¡Un servicio de consagración para el nuevo ministerio! Recuerden que, aun cuando era un verdadero levita, este hombre era un falso sacerdote, a pesar de la ceremo­nia de consagración que le hizo Micaía.
Pero eso no le importó nada.
Él esperaba un gran aviva­miento, ya que tenía un hombre de Dios por ministro. Dijo: “Ahora sé que Jehová me prosperará, porque tengo un levita por sacerdote”. (Jueces 17:13)
Sin embargo, el ministerio asalariado de Micaía no iba a traer la bendición que esperaba, pues en el próximo capítulo leemos que los danitas invadieron la tierra.
Cuando llegaron al Monte de Efraín, y encon­traron a este levita en el empleo de Micaía, le dijeron: “Vente con nosotros para que seas nuestro padre y sacerdote. ¿Es mejor que seas tú sacerdote en casa de un solo hombre, que de una tribu y familia de Israel?” (Jueces 18:19)
Esto le parecía un llamamiento mejor.
Iba a servir a una congregación más grande, y ella del mismo pueblo de Dios. ¡Una tribu en Israel! “Y se alegró el corazón del sacerdote”, y aceptó este “lla­mamiento mejor”.
Y luego “tomó el efod y los terafines y la imagen, y se fue en medio del pueblo”. En vez de traer bendición a la casa de Micaía, el levita se había contaminado con la idolatría de aquel sistema, y ahora iba a introducirlo en la tribu de Dan.
Los dos últimos versículos relatan una historia triste.
La imagen fue alzada en Dan, y Jonatán, nieto de Moisés, se hizo sacerdote en este sistema idólatra, aun cuando el orden correcto de congregarse y de ministerio se practicaba en Silo.
Tengamos cuidado hoy día de no apartarnos del orden del Dios viviente, ni de introducir aquellas cosas de los sistemas del hombre que desagradan y deshonran a Dios.

Hermano yo los dejo con esta lectura y como dice Pablo: tome lo bueno deseche lo malo. Que Dios lo bendiga.

Juan F Stenner O.
30 de noviembre de 2009